viernes, 21 de diciembre de 2007

pequeños delirios (Diego Lopez - sobre textos de la obra "La Isla Desierta" de Roberto Arlt)

el brujo acaricia la piel hasta dormirla. y uno acaba por no sentir nada.
siempre bajo los arboles hay hombres y mujeres haciendose tatuar. y uno termina por no saber si es un hombre, un tigre, una nube o un dragon.
alla no hay jueces, ni cobradores de impuestos, ni divorcios, ni guardianes de plaza. cada hombre toma a la mujer que le gusta y cada mujer al hombre que le agrada. todos vives desnudos entre las flores, con collares de rosas colgantes del cuello y los tobillos adornados de flores. y se alimentan de ensaladas de magnolias y sopas de violetas.
y ademas los arboles estan siempre cargados de toda clase de frutas. cuelgan libremente de las ramas y quien quiere, come, y quien no quiere, no come... y por la noche, entre los grandes arboles, se encienden fogatas y ocurre lo que es natural que ocurra entre hombres y mujeres.

la tierra tiesa (parte uno) (Diego Lopez - sobre textos de la obra "Mare Nostrum" de Carlos Carrique)

la tierra tiesa,
los edificios terminados en terraza,
las carreteras de cemento,
el agua podrida de los pozos de las esquinas que refleja la luna,
las miles de ruedas que atropellan el asfalto en cada calle,
cada alma viva y muerta que circula en su propio mundo,
sin interesarle la interferencia ocasional con cualquier otra,
las baldosas del odio,
las patadas contra el parquet,
las superficies duras donde las lagrimas ruedan como las cuentas de un collar, petrificado el contorno, irredentas, sin la posibilidad de ser diluidas de alguna manera en la inmensidad,
sin la esperanza de la disolucion eterna.
los negros en Mississipi,
que sus mujeres atienden a llamados de mayor jerarquia,
los amarillos en Malasia,
los pelirrojos en Buenos Aires,
las casas de belleza que determinan el color de las acciones.
los tantos cubos blancos de opresion,
de confinamiento,
de encierro,
de destierro,
de monotonia,
de angustia,
de refinamiento,
de adiestramiento...
de nada...
el pentagono externo...

ta tierra tiesa (parte dos) (Diego Lopez)

una linea blanca que divide dos mundos,
el agua y la tierra.
pequeñas burbujas que estallan,
intermitentes,
que van desapareciendo,
se absorben,
hasta que antes de que se termine, explotan de nuevo en otra llegada,
es la espuma que generan las olas.
un mar eterno,
con una gran anatomia de colores que describen su cuerpo,
un cuerpo virgen,
lleno de grandes mundos de infinitos colores,
de incontables vidas,
tan armonicas...
arena,
miles de piedras puestas ahi,
a lo largo de una gran franja imprecisa que se va torciendo a su manera,
cada una con su blanco, su amarillo, su transparencia, su marron, su beige, su forma, sus rectas, sus curvas, su grandeza insignificante e imprescindible.
una gran esfera de gases sobre mi cabeza,
que me alimenta y descompone la luz en un impreciso color que esta en un constante cambio,
por momentos tan azul,
por momentos tan rojo,
que me envuelve y me deja en otra gran esfera transparente tan insignificante y tranquila...
la nocion de lo imposible...

el entre (Diego Lopez - anotaciones de ensayos)

mientras los cuerpos se mueven,
en el fondo caen meteoritos en la sala verde;
un ser observa el dejo de otros seres por ser un otro ser que navega por otras sustancias insolubles en el exterior,
a traves de la puerta...


cruzando con la sorpresa de encontrarse con el movimiento ajeno,
la madeja se contagia de si misma,
remonta remolinos,
movimientos continuos,
gajos de fibra y liquido rojo que unen el espacio en un cubo denso de espesor invisible...

realismo puro (Diego Lopez)

el viento rebota en el sonido de las hojas de los arboles eternamente borrosos de movimientos de quietud eterna, mientras el frio de la madriguera blanca entreabre cada musculo de mi pie vestido...